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Sublimación vs serigrafía ¿cuál es mejor?

La sublimación está experimentando un “boom” en la industria. Pero, ¿cómo afectará esto a los procesos serigráficos? Conoce en qué se diferencía una técnica sobre la otra.


La tecnología de impresión digital está cambiando rápidamente el alcance de la industria de impresión en gran formato. Informes actuales indican que la serigrafía es responsable del 98% de los 25 a 30 mil millones de metros de volumen total anual de bienes textiles. Aunque la impresión digital es responsable del 2% restante, se espera que ese número aumente a 15% en los próximos 5 años. Dado que este crecimiento y tendencias anticipadas están trasladándose de la producción en masa, a la personalización masiva, el potencial de mercado y la rentabilidad de la impresión por sublimación en gran formato nunca habían tenido mejor aspecto.


La serigrafía en gran formato Como se dijo anteriormente, la serigrafía es responsable de la mayor parte de la producción de producción textil en gran formato. Se trata de una tecnología analógica que ha demostrado a lo largo de los años que puede ser confiable y duradera. Muchos clientes buscan la calidad que ofrece; esperan una cierta longevidad de este tipo de productos. Además, esta tecnología ha sido la norma en la industria durante tanto tiempo que la mayoría de la gente está muy familiarizada con la mecánica de producción, y la búsqueda de personal con experiencia para completar los trabajos es relativamente fácil.

Uno de los principales retos que enfrenta la serigrafía es el gasto de la producción, no sólo en dinero, sino también en tiempo. El equipo necesario para hacer serigrafía es caro y ocupa una cantidad considerable de espacio. Con esto también viene el aumento de los costos de energía. Imprimir con esta tecnología requiere grandes sumas de energía para albergar y hacer funcionar a las máquinas, así como completar todos los pasos para crear un producto. Tales medidas incluyen el lavado, secado y planchado de la tela después de que haya sido impresa.

El proceso de impresión serigráfica es muy largo, lo cual crea más gastos en la productividad y hace que los trabajos de tiradas pequeñas sean más costosos. Hay ocho pasos para completar una impresión de pantalla completa, la mitad de los cuales están dedicados a la pre-producción: preparación de las ilustraciones / archivo, preparación de la pantalla, la preparación de la tinta, la preparación de la tela, la impresión, el planchado, el lavado y el secado. Este proceso es más propicio para la producción de productos económicos en series grandes. Además, estos equipos están limitados a un tamaño máximo de pantalla, que puede ser muy inferior a lo que una impresora de gran formato puede acomodar. Todo esto puede resultar en la pérdida de oportunidades de ingresos.




Sublimación en gran formato


La tecnología de impresión de sublimación aborda muchos de los retos de serigrafía, lo que hace que sea un complemento deseable para los talleres de impresión serigráficos existentes y una opción inteligente para aquellos que buscan entrar en la industria. Mientras la serigrafía todavía tiene su valor en pedidos de gran volumen, realizar una producción rentable a través de la impresión por sublimación a velocidades del nivel industrial, es cada vez más factible.


En su forma más básica, la sublimación de tinta es un proceso de tres pasos que implica crear diseños, imprimirlos y fijar estas imágenes a un polímero o sustrato recubierto con polímero a través de calor. La tinta de sublimación es la clave para este proceso, ya que se compone de partículas de colorante sólidas que se alojan dentro de un fluido portador. Para hacer que el verdadero proceso de sublimación suceda, se debe aplicar calor y presión. Cuando esto sucede, las partículas de colorante se convierten en gas y se quedan encerradas en los polímeros del sustrato. Esto da lugar a la coloración que se convierte en parte del sustrato, en vez de estar en la parte superior de la misma.


Dependiendo del tipo de impresora usada, La tinta de sublimación se puede aplicar a sustratos utilizando ya sea papel de transferencia o un proceso de impresión directo a la tela. En el caso de usar papel de transferencia, la imagen recién impresa se aplica al sustrato usando una prensa de calor. Las impresiones directas se fijan utilizando calor ya sea en la misma impresora o en una prensa externa.

Al igual que la tecnología digital, la sublimación permite la impresión a todo color sin tener que preparar separaciones de color o imprimir una capa de color a la vez. El diseño se prepara a través de softwares de gráficos, usando un proceso de rasterización de imágenes (RIP) y enviado directamente a la impresora para la producción.


Dependiendo de las necesidades de la empresa, las velocidades de producción pueden ir de los 50 m 2 / hora, a más de 4000 m 2 / hora. El desarrollo de las tintas también ha mejorado los procesos de producción. Las tintas están diseñadas para entregar tanto la vitalidad del color necesario en el mercado textil, como un tiempo de secado rápido para funcionar a alta velocidad.

La mayoría de la gente en la industria probablemente afirmaría que la eficiencia a corto plazo es el mayor promotor de la impresión de sublimación en gran formato. Su simplificado proceso de tres pasos racionaliza la producción y requiere menos equipo, una huella más pequeña y menos operadores, que se traduce en ahorro de costos. Las impresoras pueden ejecutar trabajos consecutivos sin cambios de pantalla, y realizar tanto el muestreo y la producción en el mismo equipo. Esto disminuye los costos de producción considerablemente y hace que los pedidos a corto plazo sean no sólo económicos, sino rentables.




Fuente: http://vision-digital.com.mx/

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